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Noche Buena en Belén

Queridos amigos queremos compartir con ustedes algunas noticias de nuestros festejos de este tiempo donde todo el mundo celebra la natividad de nuestro Señor Jesucristo que bajo del Cielo para salvarnos.

Primero, damos gracias a Dios por la visita de 3 hnas. de Jordania que vinieron a compartir con nosotras estas Santas Fiestas. Por la mañana tuvimos la Santa Misa en la gruta del pesebre donde pudo concelebrar el Padre Neri Omar que junto con su mamá vinieron a peregrinar a Tierra Santa (él es un sacerdote argentino amigo de nuestra familia religiosa).

Por la noche cenamos en el Hogar Niño Dios con toda la Familia Religiosa del Verbo Encarnado y los voluntarios, que una vez más quisieron compartir la Navidad con nosotros. Tuvimos la inmensa gracia de haber asistido la solemne Santa Misa de Noche buena en la Basílica de la Natividad en Belén donde Presidio la ceremonia el administrador apostólico del Patriarcado Latino Mons. Pierrbatista Pizzaballa y dos obispos y concelebraron muchos otros sacerdotes entre ellos Nuestros Padre del IVE: P. Carlos Ferrero superior provincial, P. Marcelo Gallardo, P. Jason, P. Néstor, P. Andrés. Durante la predica Mons. Pierrbatista dijo: «Podríamos decir que la Navidad es el día en el que somos llamados a preguntarnos una vez más sobre dónde nos situamos – dijo en la homilía–: ¿caminamos con los pastores, buscando al Emmanuel, al Dios con nosotros, en nuestra vida y en la del mundo, o también nosotros estamos encerrados en nuestros palacios?»

Por gracia de Dios pudieron participar la comunidad de hnas. Que viven en Tierra santa: la Hermanas que trabajan en el Seminario, la comunidad del Hogar Niño Dios, las Hermanas de la Casa Provincial. La ceremonia empezó con el Oficio Divino y finalizó con la procesión de los Sacerdotes concelebrantes y el Administrador llevando el Niño en brazos hacia la gruta de la Natividad para dejar al Niño Jesús en el Pesebre, donde hace 2019 años atrás el Verbo se hizo Carne allí para nuestra Redención.

El modelo a imitar en nuestra vida cotidiana, según el Patriarca, debe ser el de Belén: la humildad, la pobreza, el ser pequeños, aunque a menudo nos cueste.

Mirar al niño… «Un niño sabe despertar en cualquiera, incluso en el corazón más duro, ternura y sonrisas – dijo monseñor Pizzaballa-.  Esa sonrisa y esa ternura son parte de la gloria con la que los ángeles envolvieron a los pastores.  Que el Niño de Belén despierte en nosotros la ternura y nos regale de nuevo una sonrisa. Aunque no resuelva todos nuestros problemas, ese Niño nos hará realmente felices».

Damos Gracias a Dios por sus inmensas gracias que ha derramado en nuestros corazones.