ORACIONES VARIAS

Oración para comenzar el día

Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver por encima de las apariencias a tus hijos como Tu mismo los ves y así no ver más que el bien en cada uno de ellos. Cierra mis ojos a toda calumnia, guarda mi lengua en toda maldad, que sólo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que sea benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia. Revísteme de Ti, Señor, y que a lo largo de este día yo te irradie.

Ofrecimiento del dia 

Señor Jesús,
por el Corazón Inmaculado de María,
Madre nuestra,
me consagro a tu Corazón y contigo al Padre,
mediante el Espíritu Santo,
en tu Santo Sacrificio del Altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación por nuestros pecados.
Y para que venga a nosotros tu reino.
Te pido en especial por el Papa y las intenciones que ha confiado este mes al Apostolado de la Oración.
Amén.

Acto de Fe

Señor Dios, creo firmemente
y confieso todas y cada una de las verdades
que la Santa Iglesia Católica propone,
porque tú las revelaste,
oh Dios, que eres la eterna Verdad y Sabiduría, que ni se engaña
ni nos puede engañar.
Quiero vivir y morir en esta fe.

Acto de Esperanza

Señor Dios mío, espero por tu gracia
la remisión de todos mis pecados;
y después de esta vida,
alcanzar la eterna felicidad,
porque tú lo prometiste que eres
infinitamente poderoso,
fiel, benigno y lleno de misericordia.
Quiero vivir y morir en esta esperanza

Amén.

Acto de caridad

Dios mío, te amo con todo el corazón sobre todas las cosas,
porque eres infinitamente bueno y nuestra eterna felicidad:
por amor a ti amo a mi prójimo como a mí mismo,
y perdono las ofensas recibidas.
Señor, haz que yo te ame cada vez más.

Oración al Espíritu Santo

Ven, dulce huésped del alma…

Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amén.

 

ORACIÓN DE ENTREGA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

(Especialmente recomendada para la oración matinal y para la acción de gracias tras comulgar)

 

Tomad, Señor, y recibid
Toda mi libertad,
Mi memoria,
Mi entendimiento
Y toda mi voluntad;
Todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,
A Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
Disponed de ello
Según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,
Que éstas me bastan.
Amén.

ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO

Gracias, Señor, muchas gracias por todos los dones que me entregas. Gracias por todo lo que ví, escuché y recibí. Por el agua que me lava, por la ropa que me viste, por el pan que me sustenta. Por la casa, por los padres, hermanos y amigos, por los esfuerzos, conocimientos y trabajos.

Gracias por los buenos días que me desearon, por la luz que ilumina, por los apretones de mano que repartí. Por el tiempo que me diste, por la vida que me ofreces, por la bendición de todos los días.

Te doy las gracias por estar conmigo, Señor. Gracias porque me escuchas y por que me tomas en serio. Te doy las gracias porque recibes mi agradecimiento de hoy.

Gracias, Señor, muchas gracias.

Amén.

 ORACIÓN DEL PECADOR

Amado Señor, vengo ante ti ahora

Se que soy un pecador.

Nada de lo que hago me hace merecedor del cielo.

Ahora entiendo que Jesucristo murió por mí.

Él tomó mi lugar, mi castigo, y resucitó.

Ahora mismo pongo mi confianza únicamente en Cristo para salvarme.

Gracias por el regalo de la vida eterna que acabo de recibir.

En el nombre de Jesús, amén.

Oración para pedir todas las gracias

Autor: Su Santidad Clemente XI

Creo, Señor; fortaleced mi fe; espero, Señor:
asegurad mi esperanza; os amo, Señor: inflamad
mi amor; pésame, Señor: aumentad mi arrepentimiento.

Os adoro como a primer principio, os deseo como a
último fin, os alabo como a bienhechor perpetuo,
os invoco como a defensor propicio.

Dirigidme con vuestra sabiduría, contenedme con vuestra
justicia, consoladme con vuestra clemencia, protegedme
con vuestro poder.

Os ofrezco, Dios mío, mis pensamientos, para pensar en vos,
mis palabras, para hablar de vos, mis obras para obrar según
vos, mis trabajos para padecerlos por vos.

Quiero lo que vos queréis, lo quiero porque lo queréis,
lo quiero como lo queréis, lo quiero en cuanto lo queréis.

Os ruego, Señor, que alumbréis mi entendimiento, abraséis
mi voluntad, purifiquéis mi cuerpo y santifiquéis mi alma.
no me inficione la soberbia, no me altere la adulación,
no me engañe el mundo, no me prenda en sus redes el demonio.

Concédeme la gracia de depurar la memoria, refrenar la
lengua, recoger la vista, mortificar los sentidos.

Llore las iniquidades pasadas, rechace las tentaciones
futuras, corrija las inclinaciones viciosas, cultive las
virtudes que me son necesarias.

Concédeme, Dios mío, amor a vos, odio a mí, celo del
prójimo, desprecio del mundo.

Haced que procure obedecer a mis superiores, atender a
los inferiores, favorecer a los amigos, perdonar a los
enemigos.

Venza el deleite con la mortificación, la avaricia con la
largueza, la ira con la mansedumbre, la tibieza con el ardor.

Haced, Señor, que sea en la oración fervoroso, en la comida
sobrio, en el cumplimiento de mis deberes diligente, en los
propósitos constante.

Concededme que trabaje por alcanzar la santidad interior,
la modestia exterior, una conducta ejemplar, un proceder
arreglado.

Que me aplique con diligencia a domar la naturaleza, a
corresponder a la gracia, a guardar vuestra ley y merecer
mi salvación.

Que consiga la santidad con la confesión sincera de mis
pecados, con la participación devota del Cuerpo de Cristo,
con el continuo recogimiento del espíritu, con la pura
intención del corazón.

Dadme a conocer, Dios mío, cuán frágil es lo terreno,
cuán grande lo celestial y divino, cuán breve lo temporal,
cuán duradero lo eterno.

Dadme que me prepare para la muerte, que tema el juicio,
que evite el infierno y que obtenga la gloria del paraíso.

Por Jesucristo Nuestro Señor

Amén

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.

Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.

Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.

Amén.

Oración de cuaresma de San Efrén de Siria

Señor y Maestro de vida, no me abandones al espíritu de pereza, de desánimo, de dominación y de vana charlatanería.

Antes bien, hazme la gracia, a mi tu siervo, del espíritu de castidad, de humildad, de paciencia y de caridad.
Sí, Señor-Rey, concédeme el ver mis faltas y no condenar a mi hermano.

¡Oh, Tú, que eres bendito por los siglos de los siglos.

Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ Para Pedir La Pureza

Padre y protector de la virginidad, glorioso San José, a cuya fiel custodia fue encomendada la misma inocencia, Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes, María; por esta doble y queridísima prenda, Jesús y María, te ruego y suplico que, incontaminada el alma, puro el corazón y el cuerpo casto, me concedas servir siempre purísimamente a Jesús y a María. Así sea.

Al Arcángel San Miguel

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra las perversidades y asechanzas del demonio.

Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

ORACIÓN DEL SANTO SEPULCRO

Dios Todopoderoso, que habéis sufrido la muerte en el madero verticalmente por nosotros y por nuestros pecados. Tened piedad de nosotros.

SANTA CRUZ DE JESUCRISTO, SED MI AMIGA

SANTA CRUZ DE JESUCRISTO, APÁRTAME DE TODA ARMA CORTANTE

SANTA CRUZ DE JESUCRISTO, PRESÉRVAME DE TODA GRACIA CORPORAL

SANTA CRUZ DE JESUCRISTO, HAZ QUE YO ALCANCE EL CAMINO DEL SOL Y QUE ADORE LA SANTA CRUZ DE JESÚS POR SIEMPRE JAMÁS.

Majestad de Jesús crucificado tened piedad de mí, haced que el espíritu invisible ya lejos de mí, me cuide por todos los siglos de los siglos. Amén.

* Esta oración fue hallada en 1505 en el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. Aquel que llevare esta oración, que la escuche leer, que la llevare consigo, no morirá súbitamente, no se ahogará, no se quemará y ningún mal podrá perjudicarlo.

Oración de abandono

de Charles de Foucauld

Padre mío,

me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.

Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

Oración a San Antonio para recuperar las cosas perdidas

¡Oh admirable y esclarecido protector mío, San Antonio de Padua! Siempre he tenido grandísima confianza en que me habéis de ayudar en todas mis necesidades, rogando por mi al Señor a quien servisteis, a la Virgen Santísima a quien amasteis y al divino Niño Jesús que tantos favores os hizo. Rogadles por mi, para que por vuestra poderosa intercesión me concedan lo que pido.

¡Oh Glorioso San Antonio! Pues las cosas perdidas son halladas por vuestra mediación y obráis tantos prodigios con vuestros devotos; yo os ruego y suplico me alcancéis de la Divina Majestad el recobrar la gracia que he perdido por mis pecados, y el favor que ahora deseo y pido, siendo para Gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

Oración para antes de trabajar

Padre Celestial, al entrar en mi lugar de trabajo, deseo invocar Tu Presencia, para darte gracias por este nuevo día. Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para esta empresa. Te pido que bendigas todo lo que se hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes.

Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria.

Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes, y a todas las personas que este día se relacionen conmigo.

Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible.En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades.

Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean.

Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas.

Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidades de mi familia y mías.

Mente abierta a todas las ideas, para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí.

Especialmente, Señor, dame una fe profunda para creer en Tu palabra y una voluntad decidida para actuar correctamente y hacer el bien.

Señor, cuando esté confundido(a) guíame, cuando me sienta débil, fortaléceme, cuando esté cansado(a) lléname con la luz del Espíritu Santo.

Te pido que en este día el trabajo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con Tu palabra y Tus mandamientos.Y te pido, Señor, que cuando termine mi trabajo de hoy, me conduzcas con seguridad hasta mi casa.

Amén.

Oración de San Agustín por las almas del purgatorio

Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como has padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a tu santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de tu sagrada Pasión y por tu muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.