EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

ALGUNOS DIAS DE RETIRO Y DE SILENCIO, PARA ORDENAR LAS PASIONES DESORDENADAS VIVIENDO SEGUN LA VOLUNTAD DE DIOS

“Así como pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, llamamos Ejercicio Espiritual todo modo de examinar la conciencia, meditar, orar vocalmente y mentalmente y cualquier otra operación espiritual con el fin de preparar el alma para ordenar todas las inclinaciones desordenadas y, una vez ordenadas, encontrar la voluntad de Dios en la propia vida”. Así San Ignacio de Loyola, el creador de los Ejercicios Espirituales, describió esta práctica saludable. Se hacen para imitar a Jesús, que pasó cuarenta días en el desierto. De esta manera es posible vencerse a uno mismo y ordenar la vida según la voluntad de Dios. Los Ejercicios Espirituales son también un importante apostolado, y por eso buscamos desarrollar un profundo conocimiento de ellos, con el fin de predicarlos. Los Ejercicios Espirituales consisten en algunos días de retiro, en los que un predicador expone temas para meditar (tales como la vida de Jesús, su Pasión, el Cielo y el Infierno…) divididos en cuatro etapas. Estos días de silencio y de oración, son un buen momento para confesarse y recibir dirección espiritual.

¿Por qué hacer los Ejercicios Espirituales? Vivimos en un mundo que nos está presionando constantemente con el trabajo, la actividad, imágenes, sonidos, mensajes… ¿tenemos realmente el tiempo para detenernos y pensar hacia dónde vamos, o qué dirección hemos tomado? Los Ejercicios son una buena manera de apartarnos de la vida diaria; nos dan el tiempo para pensar en lo más importante, esto es, en el fortalecimiento de nuestras almas y la conformidad de nuestra vida con la voluntad de Dios. Además, si alguien está pensando en la vocación al sacerdocio o a la vida religiosa, los Ejercicios Espirituales son un excelente método de discernimiento. Nuestra vida religiosa es una mezcla de contemplación y acción, no sólo oración y meditación, sino también trabajo apostólico.